Las semillas son especialmente seleccionadas por el laboratorio Cenicafé de la Federación Nacional de Cafeteros FNC. A partir de ellas se desarrolló el vivero en la finca Villa Patricia.
Las semillas se siembran en unas paceras de arena en donde realizan su germinación y crecen las chapolas hasta que queden listas para transplantar y embolsar.
La siembra de plantas se realiza después de 3 meses en crecimiento en las bolsas y son llevadas para el lote donde previamente se ha fertilizado y preparado la tierra para recibir la nueva planta.
La floración del café es una respuesta fenológica asociada a cambios en variables agrometeorológicas como la disponibilidad hídrica en el suelo, la temperatura del aire y brillo solar, en Boyacá por presencia de las cordillera oriental existe una amplia variación de estos factores.
En la finca Villa Patricia de tradición familiar, donde desde 1970 se inicia el cultivo de café con 5 hectáreas. A partir del año 2012 se incremente el cultivo en una proporción de 24 hectáreas; con la variedad castillo en una densidad de 5.100 matas de café por hectárea, esta siembra se intercaló con matas de plátano. En el 2015 se incrementó la producción en 10 hectáreas con la variedad Cenicafe 1 y Gheysha.
En la actualidad la actualidad la finca tiene 173.400 planta de café en producción.
Para mantener la calidad del café en cereza recolectado es fundamental realizar un control de calidad por lo que se procede a retirar las impurezas como hojas y trozos de ramas, luego se remueven hasta que queden homogéneas, después se realiza un muestreo y se cuentan el número de frutos verdes. El conteo de frutos verdes en la masa de la cosecha debe ser menor a 2,5%.
Para tener un mayor control de calidad de la recolección del grano, el proceso se realiza manualmente, ya que esto nos permite identificar el grado de madurez de los frutos de café.
Hemos implementado una selección del grano en forma manual, en un proceso de repaso hasta de seis veces para privilegiar las notas características de nuestro café La Gufanda.
Una vez seleccionado dos veces la cereza roja se lleva a descerezar en máquinas despulpadoras para darle salida al pergamino.
El pergamino es dispuesto para fermentación y posteriormente es lavado y escurrido para llevarlo a secado natural en parcelas.
El secado de nuestro café se da en un proceso de hasta 37 grados centígrados bajo marquesina. Este cuidadoso proceso da como resultado un café de excelente aroma y sabor sin igual, impronta inconfundible de los campos de Togüí.
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